¿POR QUÉ ?

Sufrir, sudar, cansarte, arañarte las piernas y brazos, si no más; maldecir un pinchazo o una avería, comer barritas enérgeticas y geles con sabores artificiales de laboratorio, ingerir bebida isotónica o agua con sabor a plastico de un portabidón cubierto de polvo y barro. Madrugar los días de fiesta y descanso precisamente para no descansar. Esforzarte en cada subida para llegar a una cumbre sin premio. Machacarte físicamente hasta el límite, hasta la extenuación.... sin sentido ni apremio, sin una justificación para tanto esfuerzo más allá del efímero placer de una pequeña victoria sobre tu compañero de ruta... si es que lo hubiera.
¿Por qué? ¿Por qué tanto esfuerzo injustificado?, tanto castigo físico gratuito para ser uno más del montón , para no llegar a ser nada, para no obtener jamás una recompensa, un trofeo o un aplauso por tal desmesurado desgaste.
Curioso deporte el nuestro, pero no lo cambiaria por nada, disfrutar de la naturaleza en estado puro, con un silencio roto tan sólo por el resoplido de los pulmones o el chasquido del cambio, que te permite encuentros fugaces con animales de nuestra geografía , un deporte que fomenta la unidad de un grupo que te hace sentir diferente al resto, llegar donde pocos llegan, y un sin fin de sensaciones cuando llegas a la cumbre, ésas son algunas partes de las grandes satifaciones de la bicicleta.
Cuando alguien te pregunte por qué, ya sabes la respuesta... porque no hay mejor recompensa que la felicidad.